El 18 de octubre en la calle y en la pobla
Tengo dos recuerdos muy patentes del 18 de octubre del 2019. La primera es mi salida del metro Salvador, donde llevaba a mi hijo de 8 años a médico por una alergia que no lo dejaba respirar. Siendo las 13: 29 estaba saliendo del metro con mis dos hij@s de 8 y 6 años, y lo primero que encontramos, es que nos habían convertido en un rebaño, dejando solo una puerta para salir… Mucha rabia, esa es la primera sensación. Saliendo, el escenario no era nada bueno: Fuerzas Especiales estaba golpeando a unos estudiantes secundarios.
Lo que veo es un paco con un niño un poco más grande que mi hijo tomado de cuello. Me enceguecí, me fui sobre él y a gritos y empujones logré que lo soltara. Fue una reacción desde la guata, me olvide de mis pequeños hijos que, cuando todo pasó, me miraban con espanto y sorprendidos que una “autoridad” hiciera eso con un niño… como ellos.
La segunda es como organización “Amigos de Nogales”, teníamos una actividad para recaudar fondos para el aniversario de nuestra población: “Noche Pachanguera” con tres bandas tropicales. No había mucho público, no llegaban dos de las bandas, dimos inicio con la que había llegado, logramos que los asistentes empezaran a bailar y nos empezaron a llegar fotos de los integrantes de las bandas o amigos que viven en otras comunas: barricadas, protestas… eso era lo que nos mostraban, y terminamos tod@s fuera de la sede, viendo noticias, comentarios, alarmad@s, preocupad@s. La actividad terminó a las 00:00. Nunca antes algo había terminado tan temprano🤷🏻♀️.
Los días siguientes
En lo inmediato, el sábado 19, estando en casa de mis padres almorzando, nos invadieron las noticias de los distintos hechos. Lo primero es contactarse con los amigos y vecinos, ver que haremos. Nuestros mayores están asustados, creen que algo muy malo va a pasar, nuestras sobrinas e hijas, solo quieren salir a la calle: terminamos tod@s en Las Rejas con la Alameda… Recibimos un llamado de nuestros grandes: “vénganse rápido, se decretó toque de queda”.
Desde un punto de vista social, lo generado luego de ese hito en el que se vio envuelta la sociedad, transgredido más allá de lo cultural, las personas se han percatado del poder que puede tener la fuerza de una idea, que las voces si deben ser escuchadas, que la lucha mancomunada es lo que nos generará un cambio sin precedentes, aunque algunos/as no lo crean aún.
En la población se ha vivido una revitalización del movimiento, hoy en conjunto, cosa que no veía desde los años 80. Los pobladores hemos dejado nuestras trincheras de lucha individuales y nos hemos puesto a disposición de un movimiento y cambio mayor.
¿Cómo se viene el futuro?
Desafiante, ya que aunque se haya generado un completo movimiento acerca del cambio que devendrá, es completamente incierto el camino a seguir. Un cambio fundamental proviene desde dentro de la sociedad, primariamente será hacer entender el poder que genera una idea común, las consecuencias que puede traer el creer que no traerá repercusión el actuar por y para sí mismos.
Otro de los puntos que ha demostrado tener un gran poder es el movimiento en cadena de la actividad popular, la cercanía y preocupación por los otros, y el ejercicio de esto para procurar que todos crezcan en igualdad de condiciones.
