El pasado sábado 3 de mayo, el programa Memorias de Chuchunco realizó la ceremonia de cierre de la primera versión de su curso de extensión, a la cual asistieron los estudiantes de la versión 2024 junto a sus familias. Esta jornada histórica se desarrolló en el Museo de la Educación Gabriela Mistral.
El sábado 3 de mayo, el programa de vinculación con el medio Memorias de Chuchunco organizó el cierre del curso de extensión “Historia oral, historia local y memoria popular” en el Museo de la educación Gabriela Mistral. El curso se desarrolló entre mayo y noviembre del 2024 y participaron en esta primera versión 26 vecinos y vecinas, dirigentes sociales de 11 barrios y poblaciones de la comuna de Estación Central, quienes se formaron como historiadoras e historiadores locales.
La ceremonia, que contó con la participación del estudiantado y sus familias, comenzó con un discurso por parte del profesor Daniel Fauré, coordinador del curso. Posteriormente, las estudiantes Pamela Cáceres y Millaray Solano, estudiantes del curso ofrecieron unas palabras comentando sus percepciones y aprendizajes en el curso, además de agradecimientos tanto al profesor como al equipo. Seguido de esto, se mostraron algunos de los trabajos finales desarrollados por el estudiantado: se proyectaron avances de las entrevistas audiovisuales realizadas por diferentes grupos, además de presentarse Eli Vera Maripangui con su “Teatro Lambe Lambe por la Memoria” y Charlotte Cabarra, con su arpillera animada que relata la historia del Canal Colector de Los Nogales y de sus habitantes.





Para cerrar la jornada, Daniel Fauré y Alejandra Vásquez, coordinadora estudiantil del programa, dieron entrega de los diplomas y constancias de participación a cada uno de los estudiantes, y la actividad se cerró con la presentación de Víctor Hugo Bustos, estudiante del curso, que presentó sus canciones incluida “La cumbia de la fiesta”, composición hecha en el marco del curso que relata el proceso de autoconstrucción de las vecinas y vecinos de la población Santiago, en Estación Central.
La lista de la primera generación de graduadas y graduados de este curso es la siguiente:
Aida Andrea Soto Figueroa |
Andes Salvador Fairlie Herrera |
Andrés Francisco Pérez Vargas |
Cecilia de las Mercedes Fernández Arce |
Charlotte Vivian Abarca Iturra |
Dolca Briachka Mahuida Valenzuela |
Elizabeth Eugenia Vera Maripangui |
Francisco Javier Moya Vergara |
Gladys Margarita Valdivia Reyes |
Jacqueline Herminia Nuñez Lobos |
Jorge Alberto Gómez Zambrano |
Luis Orlando Tejada Fuentealba |
Millaray Andrea Solano Carrasco |
Pamela del Carmen Cáceres Galaz |
Rosa Ester Marín Miranda |
Teresa Alejandra Flores Illanes |
Tomás Ignacio Andreu Ahumada |
Victor Hugo Bustos Arce |
Victor Hugo Cárdenas Torres |
















Compartimos, además, el Discurso de Despedida de la primera generación, leído por el académico Daniel Fauré Polloni, coordinador general de Memorias de Chuchunco:

Palabras de Despedida
Queridas compañeras y compañeros, vecinas y vecinos, amigas y amigos de Chuchunco, hoy llamado Estación Central:
Con mucha emoción y también con mucho orgullo, quiero agradecerles profundamente que estemos aquí, cerrando este proceso colectivo que fue la primera versión del curso «Historia Oral, Historia Local y Memoria Popular». Fueron meses intensos, llenos de conversaciones, de muy buenos desayunos comunitarios, de aprendizajes mutuos, de encuentros significativos. Fueron meses donde, una vez más, nos hemos demostrado que la historia no es solo una disciplina académica, sino una práctica viva, situada, y profundamente comunitaria.
Este curso nació desde un anhelo que veníamos construyendo colectivamente hace años en el programa Memorias de Chuchunco, del Departamento de Historia de la Universidad de Santiago de Chile. Un anhelo que surge de haber caminado durante casi una década junto a pobladores, pobladoras, organizaciones populares e institucionales locales de esta comuna, y de haber sido testigos de la potencia con que ustedes —ustedes mismos, ustedes mismas— han venido levantando desde sus barrios testimonios individuales y colectivos que nutren la memoria popular, muchas veces sin el respaldo ni los recursos que ofrece la academia, pero con una fuerza, una convicción y una creatividad que incluso sobrepasa lo que hacemos desde nuestro trabajo en la universidad.
Nos preguntamos entonces: ¿y si en vez de que, como hemos hecho estos años, seamos nosotros los que salen al territorio, invitamos a los territorios a entrar -de nuevo- a la universidad? ¿Y si generamos un espacio formativo, donde quienes ya están haciendo memoria popular, pudieran acceder a herramientas metodológicas, técnicas, teóricas, para fortalecer su trabajo y hacerlo aún más potente? Así nació este curso. Y con ustedes, con sus experiencias, con su compromiso, con sus historias, se volvió realidad.
Cuando hablamos de formar “agentes locales de memoria”, no lo hacemos desde un afán de crear algo nuevo que antes no existía. Al contrario. Sabemos que ustedes ya son, desde hace mucho tiempo, agentes activos de memoria. Sabemos que en cada población, en cada barrio, en cada junta de vecinos, en cada comité de vivienda, consejo de salud o centro cultural, existen personas que se han encargado de sostener la historia común, de recordarnos de dónde venimos, de denunciar las injusticias del pasado, de cantar las pequeñas grandes gestas de resistencia que tuvimos y también de proyectar esperanzas para el futuro. Lo que hicimos en este curso fue más bien acompañar, compartir, reforzar. Poner a disposición nuestras herramientas como historiadores e historiadoras, no para reemplazar, sino para sumar.
Y fue emocionante ver cómo ese cruce de saberes dio frutos tan diversos y tan bellos. Lo que vimos en esta generación fue una verdadera explosión creativa. Ustedes lo saben, les propusimos trabajar con el formato audiovisual pero, junto con muy buenas y preparadas entrevistas, también surgieron canciones, arpilleras, obras de teatro Lambe-Lambe, libros que cuentan los inicios de una población, relatos autobiográficos, poemarios. Cada uno de esos trabajos finales no es solo una forma de contar el pasado, es también una manera de habitar el presente, de reafirmar la dignidad con que las clases populares hemos construido y seguimos construyendo historia.
Porque eso es, finalmente, lo que está en juego cuando hablamos de memoria popular. Lo que está en juego es el derecho a interpretar el pasado desde nuestras propias experiencias, desde nuestras propias heridas, desde nuestras propias alegrías. Lo que está en juego es algo tan profundo como el derecho a decidir qué sentido le damos a lo que hemos vivido como comunidad. Y ese derecho es inalienable. Nadie puede arrebatarle a un pueblo su memoria. Nadie puede decirnos qué debemos recordar ni cómo debemos hacerlo.
Pero también sabemos que ese derecho, cuando se fortalece con más herramientas, con más redes, con más conocimientos compartidos, se vuelve aún más poderoso. Porque en este país, donde tantas veces se ha querido contar una sola historia, donde las clases populares son mera comparsa, reducidos a la condición de víctimas o retratados como seres irracionales cuando reclaman sus derechos, tener muchas voces que registran, que investigan, que narran, que transmiten, es un acto profundamente político, profundamente emancipador.
Y por eso este curso es tan significativo dentro de la historia de Memorias de Chuchunco. Porque no solo es un taller o una capacitación más. Es un paso adelante en nuestra apuesta de construir una universidad comprometida con su entorno, una universidad que no se encierra entre sus muros, sino que se abre al barrio y a la población, que escucha, que aprende. Una universidad que hace ciencia desde el vínculo, desde la colaboración, desde el respeto por los saberes populares y su epistemología propia, por la historia vivida por ustedes, las y los pobladores de esta comuna.
Estamos a poco de cumplir diez años como programa. Diez años de trabajo comunitario, de archivos colaborativos, de rutas de la memoria, de rescates patrimoniales, de encuentros intergeneracionales, de talleres, de libros y videos registrados. Y no tengo duda de que este curso es uno de los hitos más importantes de este recorrido. Porque no solo aportó a formar agentes locales de memoria, sino que también nos formó a nosotros. Nos desafió a repensar nuestras clases, a dejar de lado las certezas, a escuchar más. Nos recordó por qué hacemos historia, para quién la hacemos y desde dónde la hacemos.
Así que, en esta ceremonia de cierre, no quiero decir que esto se acaba. Todo lo contrario. Esto recién comienza. Primero, porque -como vieron- nos queda aún una etapa no menor, que es la difusión de sus trabajos, de sus videos, de sus escritos, de sus canciones. Lo que implicará, sin prisa pero sin pausa, seguir en-red-ados trabajando este 2025. Y segundo, esto recién comienza porque hoy se abre una nueva etapa donde esperamos que ustedes sigan investigando, sigan creando, sigan compartiendo memorias con sus vecinos y vecinas. Y que sepan que aquí, en esta universidad pública y en este pequeño programa de vinculación con el medio del Departamento de Historia, siempre tendrán un espacio donde encontrarse, donde colaborar, donde seguir haciendo historia popular.
Gracias por su compromiso, gracias por su generosidad, gracias por hacernos parte de sus historias. Empezamos esta pequeña pero cálida ceremonia llenos de esperanza, porque sabemos que la memoria está viva, está en movimiento, y está en buenas manos.
Muchas gracias.